Pangea Cultura fue fundada en 2015 como plataforma cultural, es dirigida por Enrique Yáñez, quien trabaja mano a mano con la historiadora del arte Ana Trancoso, junto al resto de su equipo.
Este 2018 los gestores de la plataforma presentan un proyecto cultural en el que el Arte y la Cultura sean protagonistas, en mayúsculas y sin fronteras. El objetivo es unir todas las disciplinas posibles, siendo el arte el fruto de un trabajo interdisplinar, crítico y colaborativo, algo hoy en día olvidado. Filósofos, políticos, economistas, psicólogos, juristas, antropólogos, biólogos, bailarines, artistas, actores, escritores, científicos, historiadores, teóricos y activistas de diferentes ramas, toman parte en un movimiento que comienza el 31 de marzo y que ya tiene actividades programadas durante los seis meses siguientes.
Una treintena de espacios en colaboración, institucionales, privados, públicos, junto a salas de renombre o galerías de arte nacionales e internacionales engloban el elenco de actores para una puesta en escena que no planea ninguna fecha de cierre. Al contrario, Cuerpo presenta su actividad, no como jornadas, sino como un movimiento de progresión cultural inagotable.
Cuerpo pretende, desde su inicio, establecerse en el marco cultural madrileño con los profesionales más reputados. Surge con la idea de recuperar un filtro crítico-teórico, perdido en la cultura española actual, desde la inmediatez de lo efervescente y lo fácil, empleando el Cuerpo, como herramienta en toda su amplitud, entendiendo la política como todo aquello posible en el ámbito de la vida, lo estético y lo sensitivo, y con el propósito firme de unir dichas esferas desde la educación cultural más activa.
Cuerpo concibe la posibilidad de entablar una relación activa, orgánica, a través de la cultura y de la comprensión de la misma desde todos los niveles que puedan imaginarse, tanto teóricos, como políticos o sociales. Entender el cuerpo en todas sus funciones da lugar a comprender al otro, a posibilitar cambios educativos, vitales, laborales, de respeto y entendimiento mutuo. Cuerpo se convierte así en el primer movimiento ya no cultural, sino creativo, que despliega todos sus medios para trabajar por un cambio en la sociedad española, empezando por la madrileña, a través de la cultura, pero no de cualquier manera, sino esperando que el público abandone su posición contemplativa… y se haga partícipe.